En el suelo que
camino se van dibujando flores
amarillas y al voltear hacia arriba veo un cielo azul que se dibuja
desde el infinito.
Y siento como mi corazón late al ritmo de mis pasos y el viento
juega con mi cabello como si pasase una mano sobre mi cabeza acariciando mis
mechones uno a uno.
El aire fresco golpea mi cara y veo al horizonte donde se
dibujan unos rayos de sol tibios y brillantes...y me siento hermosa, una con
todo.
Como es costumbre, le agrego mi propia banda sonora a éste
momento y doy rienda suelta a mi imaginación hasta que me doy de tope con la
fría ciudad...y camino, camino sabiendo donde voy, algo determinado y siempre
mirando hacia el frente.
Dinorah Figueroa.
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